Louis Renault; 12 de febrero de 1877 – 24 de octubre de 1944) fue un industrial francés, uno de los fundadores de Renault y pionero en la industria del automóvil.
Renault creó uno de los mayores fabricantes de automóviles, que lleva su nombre en la actualidad. Durante la Primera Guerra Mundial, sus fábricas contribuyeron masivamente al esfuerzo bélico de forma notable mediante la creación y la fabricación del primer tanque efectivo: el tanque Renault FT.
Acusado de colaboración con los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, murió mientras esperaba un juicio en la Francia liberada hacia el final de 1944 bajo circunstancias inciertas. Su compañía fue nacionalizada por el gobierno provisional de Francia aunque murió antes de que pudiera ser juzgado. Sus fábricas era las únicas que fueron expropiadas permanentemente por el gobierno francés.
En 1956, Time Magazine descibió a Renault como “rico, poderoso y famoso, cascarrabias, brillante, a menudo brutal, el pequeño Napoleón de un Imperio de fabricación de coches -vulgar, ruidoso, dominante, impaciente, era el terror de los asociados, un amigo de prácticamente nadie”, añadiendo que el francés fue conocido como “el ogro de Billancourt”.
Cuarto de seis hijos nacido en una familia burguesa parisina de Alfred y Berthe Renault, Louis Renault fue al Instituto Condorcet. Se fascinó por la ingeniería y por la mecánica desde muy temprana edad y pasaba horas en el taller de coches de vapor Serpollet o jugando con viejos motores Panhard en la caseta de herramientas del segundo hogar de la familia en Billancourt.
Construyó su primer coche en 1898, contratando a un par de trabajadores para modificar un motor de ¾ caballos De Dion-Bouton ciclo que llevaba una transmisión revolucionaria y una caja de cambios de tres velocidades con marcha atrás, con la tercera marcha en directa (que patentó un año más tarde). Renault llamó a su coche Voiturette. El 24 de diciembre de 1898, ganó una apuesta con sus amigos por la que esta invención con un cigüeñal innovador ganaría a un coche con una transmisión con cadena como la de las bicicletas subiendo la cuesta de la calle Lepic en Montmartre. Además de ganar la apuesta, Renault recibió trece pedidos definitivos de su vehículo.
Viendo el potencial comercial, formó un equipo con sus dos hermanos mayores, Marcel y Fernand, que tenían experiencia en los negocios porque trabajaban en la empresa de botones y telas de su padre. Crearon la empresa Hermanos Renault el 25 de febrero de 1899. Incialmente, el negocio y la administración fueron llevado enteramente por los hermanos mayores, dedicándose Louis al diseño y a la fabricación. Marcel murió en 1903 en la carrera de coches París-Madrid, y en 1908, Louis Renault tomó el control total de la compañía después de que Fernand se retirara por motivos de salud. Fernand murió finalmente en 1909.
El 26 de septiembre de 1918 Renault, que entonces tenía 40 años, se casó con Christiane Boullaire, que tenía 21, era hermana del pintor francés Jacques Boullaire. Tuvieron un hijo, Jean-Louis (24 de enero 1920-1982). Conservaron su hogar en el 90 de la Avenida Foch (antiguamente Avenida de los Bosques de Bolonia) en París y una finca cerca de Saint-Pierre-du-Vauvray, Rouen, en el departamento de Eure, llamado el Castillo de la Batellerie à Herqueville o simplemente Castillo Herqueville. El Castillo daba a más de 3 kms. del Sena, abarcando 4.000 hectáreas. A petición de Renault y soportando él mismo todos los gastos, el ayuntamiento de la pequeña ciudad fue trasladado. La entrada personal de Renault en la residencia era por un túnel subterráneo.
Al principio de la Primera Guerra Mundial, en agosto de 1914, en respuesta a la entonces aguda escasez de munición de artillería. Renault sugirió que las fábricas de coches podrían fabricar proyectiles de 75mm usando sus prensas hidráulicas en lugar de la más costosas operaciones de torno. Métodos idénticos usó Andre Citroen en su propia fábrica. Los proyectiles que se produjeron ayudaron a que desapareciera esa escasez, pero, como tenían que ser fabricados en dos piezas eran débiles en la base por lo que, a veces, explotaban los proyectiles indebidamente. Más de 600 proyectiles franceses fueron destruidos por explosiones prematuras en 1915, y su dotaciones murieron o resultaron heridas.
Louis Renault fue condecorado con la Gran Cruz de la Legión de Honor después de la guerra por la importante contribución de sus fábricas a los esfuerzos de guerra. La producción en masa de sus factorías en 1918 del revolucionario y altamente efectivo tanque Renault FT, que él mismo había diseñado personalmente con Rodolphe Ernst-Metzmaier, fue quizás la contribución más significativa durante este período.
Durante el período de entre guerras fueron conocidas sus tendencias derechistas, llevando a varios casos de agitación laboral con la vanguardia del proletariado en la planta de Boulogne Billancourt. Pidió una unión necesaria entre las naciones europeas.
Louis Renault compitió fieramente con André Citroën, a quien llamó “el pequeño judío”, haciéndose paranoico y huraño al mismo tiempo, y muy preocupado por el Comunismo y por los sindicatos de trabajadores, retirándose finalmente a su finca, un castillo en el río Sena cerca de Rouen.
Renault tuvo el control total de su compañía hasta 1942, adaptándose a su rápida expansión y diseñando varias invenciones, la mayoría de las cuales están en uso todavía, tales como mecanismos hidráulicos para absorber los golpes, el moderno freno de tambor y la ignición de gasolina comprimida.
En 1938, Renault visitó a Adolf Hitler y para 1939 se había convertido en un proveedor importante del Ejército Francés. Cuando la Wehrmacht de Hitler invadió Francia en 1940, Louis Renault estaba en los Estados Unidos, enviado por su gobierno para pedir tanques. Volvió para encontrarse con el armisticio Franco-Alemán. Renault tuvo que decidir entre cooperar con los alemanes y posiblemente anticiparse a ellos para que se trasladara su fábrica y su equipamiento a Alemania, que llevaría a una acusación de colaboración con el enemigo. Puso sus fábricas al servicio del gobierno de Vichy de Francia, lo que implicaba que ayudaba a los Nazis. En un período de cuatro años, Renault fabricó 34.232 vehículos para los alemanes. Renault dijo que “continuando las operaciones había salvado a miles de trabajadores de que fueran trasladados a Alemania”.
Durante la ocupación Nazi de Francia, la compañía estuvo bajo el control de los alemanes, con gente de Daimler-Benz en las posiciones clave. Renault se hizo impopular entre los miembros de la resistencia francesa. Las fábricas de Renault en Île Seguin en Billancourt se convirtieron en los objetivos prioritarios de los bombarderos de la Royal Air Force y finalmente fueron severamente dañados el 3 de marzo de 1942. La salud de Renault empeoró, incluyendo su severamente reducida función renal, y a finales de 1942, sufrió una afasia, y no podía ni hablar ni escribir.
Tres semanas después de que Francia fuera liberada en 1944, Renault se rindió “con la condición de que no fuera ni encarcelado ni acusado”. Fue arrestado fuera de París el 22 de septiembre de 1944, con los cargos de colaboración industrial con la Alemania Nazi. Al tiempo de su arresto, Renault “negó que su empresa hubiera recibido 120 millones de dólares de los alemanes por material de guerra, dijo que había mantenido su enorme planta, fuertemente bombardeada, a las órdenes de Vichy para mantener sus materiales y equipamiento fuera de las manos de los Nazis y para salvar a los trabajadores de la deportación”. Fue encarcelado en la Prisión Fresnes de París, estando seriamente enfermo en este momento. Los registros sobre el período exacto de su encarcelamiento en Fresnes se perderían. Renault fue trasladado el 5 de octubre a un hospital psiquiátrico en Ville-Evrad en Neuilly-sur-Marne.
Cuando la salud de Renault empeoró rápidamente el 9 de octubre de 1944 fue trasladado a una clínica privada a Saint-jean-de_Dieu en la calle Oudinot, París a petición de su familia y de sus partidarios, habiendo entrado en coma. Murió el 24 de octubre de 1944, cuatro semanas después de su encarcelamiento, esperando el juicio y habiendo dicho que había sido maltratado en la Prisión de Fresnes, con su Legión de Honor Francesa de 1918 por su excepcional contribución a la victoria en la Primera Guerra Mundial, habíendo sido eliminado por el régimen de Vichy.
No se hizo ninguna autopsia y la causa exacta de la muerte de Renault no está clara. Un informe oficial de esos tiempos dio como causa de la muerte la uremia.
Louis Renualt está enterrado en su país en el Castillo Herqueville, en Herqueville dans l'Eure.
En octubre de 1944, el gobierno provisional se quedó con la compañía de Louis Renault. El Ministro de Información, Henri Teitgen, dijo en esos momentos que no era una confiscación, sino que “era simplemente un paso para conseguir que la industria alemana volviera a la producción. Más tarde, una comisión examinó los libros, confiscó los beneficios de guerra e impuso cargos”
El 1 de enero de 1945, cuatro meses después de la muerte de Louis Renault, una orden del gobierno provisional del General Charles d Gaulle decretó la disolución de la Sociedad y su nacionalización, dándole el nombre de Régie Nationale de Usines Renault (RNUR) -Administración Nacional de Fábricas Renault-.
Por consiguiente, la compañía que Louis Renault había creado fue nacionalizada por colaboración, Renault fue imputado póstumamente por “enriquecimiento culpable obtenido por los que trabajaban para el enemigo”.
En 1944, después de la expropiación de su compañía y de su muerte, se abrió el último testamento de Renault y se reveló que había dejado su compañía a sus 40.000 empleados. En el tiempo en que la compañía fue nacionalizada, la viuda de Renault, Christiane, y su hermano, Jean -Louis, poseían el 95% de las acciones de la compañía y no recibieron nada, mientras que los otros accionistas fueron compensados. En 1956 “Renault era la compañía nacionalizada más grande, empleaba a 51.000 franceses, hacía 200.000 automóviles y tenía un beneficio de 11 millones de dólares al año”.
El director de la planta durante la guerra dijo en 1949 que él y la planta no habían colaborado.
En 1956, la viuda de Renault, Christiane, dijo que Louis Renault había sido asesinado y “estableció que Louis Renault era otro de los más de 9.000 franceses que habían sido asesinados por “ejecuciones irregulares” en la venganza posterior a la Liberación”, y el cuerpo de Louis Renault fue exhumado posteriormente para hacerle una autopsia. Christiane dijo que “un informe mostraba que la urea era normal una semana antes de su muerte y que una radiografía mostraba que tenía una vértebra fracturada”.
En 2005, el Daily Telegraph informó que “según los testigos visuales y su familia, el que antes era un nervudo y pequeño hombre de 67 años había sido torturado y golpeado” y que “una enfermera en Fresnes testificó que vio el colapso de Renault después de haber sido golpeado en la cabeza por un carcelero con un casco. Una radiografía pedida por su familia indicó que tenía la vértebra del cuello rota.
En 2005, el Daily Telegraph dijo que Renault había “sentido que su deber era preservas la base de la producción. Oficiales militares y de Daimler-Benz llegaros a las puertas de su fábrica de Billancourt para evaluar la posibilidad de trasladarla a Alemania con todos sus obreros. Renault los ahuyentó acordando con ellos hacer vehículos para la Wehrmatch”. Según la Biografía de Louis Renault de Anthony Rhodes, Renault dijo de los alemanes una vez “Es mejor darles la mantequilla o ellos se llevarán las vacas”. El artículo de 2005 del Daily Telegraph dijo que Renault había intentado salvar a su compañía de un traslado o de una absorción por Daimler-Benz. “Sólo por sus esfuerzos, las fábricas alemanas y los empleados habrían sido trasladados a Alemania”.
Estudios posteriores mostraron que mientras Renault había colaborado, “había vendido por su cuenta material estratégico y saboteado camiones. Las varillas de medición marcaban bajo, por ejemplo, y los motores se secaban y congelaban en acción, un resultado mucho más evidente en el Frente Ruso”. Las opiniones de que la administración de Renault había frenado la producción para los ocupantes alemanes se contraponían con el argumento de que habían sido los trabajadores los que habían hecho que la producción se frenara. Un artículo de 2005 en el Daily Telegraph dijo que se podría haber dicho que la compañía Renault era la “joya de la corona industrial del país” fue conseguida por ladrones y que “la admisión de que Louis Renault y su compañía habían recibido una justicia dura y una enorme compensación”.
En 2011, Patrick Fridenson (de la Wikipedia en francés), un profesor de historia económica en la Facultad de Estudios Superiores de Ciencias Sociales de París y autor del libro sobre Renault dijho: “Es extremadamente difícil decir que Louis Renault era un colaborador, el tenía el riesgo de desposeerlo todo si se resistía a los alemanes”. La académica Monika Ostle Riess, que había estudiado fuentes francesas y alemanas, no encontró prueba de que Louis Renault hubiera colaborado más que sus colegas. “Sólo intentó salvar lo que tenía, lo que había construído. La alternativa a cooperar con los alemanes era ver cómo ellos se llevaban su compañía”.
Robert Paxton sugirió en su libro de 1975, “La Francia de Vichy: vieja guardia y nuevo orden: 1940-1944”, que la fábrica de Renault podría haberse devuelto a Louis Renault y a su familia si él hubiera vivido más años. La fábrica Berliet en Lyon siguió en manos de la famlia de Marius Berliet, a pesar de que había fabricado 2.330 camiones para los alemanes. Marius Berliet, que murió en 1949, había, sin embargo, “rehusado machaconamente a reconocer las accioens legales contra él después de la guerra”.
El 29 de julio de 1967, Louis-Jean Renault, el único heredero, recibió una compensación menor, específicamente por pérdidas no industriales sino personales. En 1982, representantes de la Organización civil y Militar y su homólogo en la compañía Robert de Longcamps, trabajaron en vano para la rehabilitación de Louis Renault, diciendo que él había sido “acusado erróneamente de colaboración con el enemigo”, sus gestiones con el Ministro de Justicia, Robert Badinter, no fueron escuchadas.
Las fábricas Renault fueron las únicas expropiadas permanentemente por el Gobierno francés. Así en 2005, los directivos de Renault evitaban mencionar a Louis Renault. Por el centenario, en 1999, de la compañía original Hermanos Renault, celebradas por Régie Renault, la compañía ignoró a los nietos de Louis Renault.
A pesar de la Declaración Francesa de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, que indica que hay que dar una compensación antes de expropiar, Louis Renault y sus herederos no fueron nunca compensado por su compañía. Renault volvió al sector privado como Sociedad Anónima en 1996 cuando el Gobierno francés vendió el 80% de la compañía.
En 2011, sus herederos buscaron restablecer la reputación de Renault y recibir una compensación por lo que ellos ven como una confiscación ilegal de su compañía por el Estado.