PROTERRA

La startup tecnológica estadounidense Proterra Inc, acaba de hacer un anuncio que seguramente interesará a buena parte de las empresas de transporte urbano de pasajeros. Se trata de un autobús eléctrico, con cero emisiones, que consigue una impresionante autonomía: más de 560 kilómetros con una única carga de sus baterías. Eso quiere decir que en una gran ciudad, cada uno de estos autobuses podría trabajar una jornada laboral completa sin pasar por la gasolinera, o en este caso por la red eléctrica.

Por lo que puedo leer, los vehículos de la Serie Catalyst E2, estarán listos para su entrega ya en 2017. De hecho, el prototipo debutó la semana pasada en la reunión anual que la APTA (Asociación de Transporte Público Estadounidense) celebró en Los Ángeles.

El nombre del vehículo, E2, se debe a su revolucionaria batería, que puede almacenar hasta 660 kilowatios hora. En comparación, la batería eléctrica del Chevy Bolt almacena 60 kWh, y la del Tesla modelo S llega a las 100 kWh .

En pruebas realizadas el pasado mes de agosto bajo condiciones ideales, el autobús E2 recorrió 965 kms con una sola carga. No obstante en la vida real, sería suficiente con que estos autobuses alcanzaran una autonomía de 500 kms para cubrir la mayoría de las rutas de cercanías más demandadas en nuestras ciudades durante una jornada laboral.

Según declaraciones de Ryan Popple, consejero delegado de Proterra, la llegada de la serie de autobuses Catalyst E2 permitirá que los vehículos eléctricos puedan realizar cualquier ruta de tránsito en los Estados Unidos. En sus propias palabras, la autonomía alcanzada ahora por “estos vehículos eléctricos a batería, ha roto la barrera final que el mercado esperaba para poder adoptarlos de forma masiva”.

Uno de los mayores inconvenientes para la adopción de vehículos eléctricos es que aún se carece de la infraestructura necesaria para poder realizar cargas a demanda, como hacemos hoy en día en cualquier estación de servicio con nuestros coches de gasóleo o gasolina. Sin embargo, en las líneas de transporte público este inconveniente podría solucionarse fácilmente, ya que siempre realizan la misma línea, y se podría definir los lugares idóneos para que los buses pudieran realizar cargas en el momento en que finalizasen su servicio.

Dado que lo normal es que las rutas urbanas no funcionen por la noche, se podría aprovechar este período para realizar la carga de las baterías, que según los fabricantes tarda entre 3 y 5 horas. Por lo que explican los portavoces de Proterra, el interés por los vehículos públicos eléctricos está en pleno aumento, de hecho en 2016 han aumentado un 220% sus ventas con respecto al año anterior.

Hasta el momento, Proterra (que inició su actividad en 2010) ha vendido más de 312 vehículos a 35 corporaciones municipales, universidades y agencias de transporte. Sus estimaciones indican que la flota eléctrica fabricada por ellos, que actualmente realiza rutas por los Estados Unidos, ha evitado el consumo de 1,7 millones de litros de gasóleo, lo que equivale a un ahorro de 4,5 millones de kilos en emisiones de CO2.

Sin duda nos encontramos ante una buena noticia para la calidad del aire en nuestras ciudades. Esperemos que el ejemplo cumpla y que cada vez seamos menos dependientes de los combustibles fósiles.